La cena es la comida del día a la que se da menos importancia de todas, menos tiempo y también menos atención, ¿resultado?, el aburrimiento, cenas siempre iguales que son una tortura para los niños, y mayores. ¿Qué podemos hacer para conseguir una cena saludable y diferente?
Escribo este post durante el Confinamiento por Coronavirus, por lo que, además de salud, busco algo más…
Estar confinados en casa es estresante, es más es súper estresante, así que la idea es encontrar fórmulas para combatirlo y generar emociones positivas… Ahí va una: una cena familiar saludable con una sola condición: ¡Pies descalzos!
Los primeros días no es muy duro, es más, es casi divertido, todo es una novedad. Pasáis más tempo en familia, cocináis, ordenáis la casa e incluso es fabuloso trabajar online, sin pasar horas en los atascos o en interminables transbordos…al principio.
Después los días empiezan a hacerse todos iguales, y empezáis a echar de menos el contacto con personas externas, los niños se aburren y empiezan a estar histéricos y… ¡Ahhhhh!
Una cena cada semana con los pies pintados y disfraces, una especie de ceremonia familiar es un objetivo que puede mantener a los niños entretenidos, pensando y planificando, buscando ideas para disfraces y dibujos con los que pintarse de semana en semana… ¿qué os parece?
Necesitaréis: ilusión, ganas y pintura corporal o henna, que podéis encargar online para una entrega a domicilio.
También he leído por ahí que las consecuencias del confinamiento sobre el estado físico general son catastróficas. Parece ser que está muy extendida la creencia de que la mejor terapia contra el aburrimiento es aprender a cocinar tartas y dulces en general, las redes sociales están invadidas de recetas … ¿pero no os quejabais siempre de falta de tiempo para manteneros en forma?
Supongo que el daño ya está hecho así que tomad medidas, pensad en cenas ligeras y por supuesto saludables que además estén llena de color, ¿sabíais que los colores tienen una influencia directa sobre el estado de ánimo de niños y adultos?
Cocinar con los niños sí, pero no toneladas de azúcar, eso no enseña a los niños a comer bien. Para sustituirlo y hacerlas atractivas, recetas sanas con color y, si tienes la suerte de tener terraza, también flores en la receta o para adornar mesa y platos.
Soy experta en moda, no en alimentación, no puedo hablar de vitaminas o equilibrios nutricionales, pero si puedo decir que, para que a alguien le apetezca algo, sea un plato o una prenda, es necesario que resulte atractivo. Una cena saludable debe contener vitaminas, pero también sabor, ser ligera pero también sorprender.
Como en el caso de la ropa, lo que suele resultar muy atractivo son los son los contrastes, esas sorpresas que hacen desaparecer el aburrimiento.
Como en el caso de un total look, hay que saber sorprender dependiendo del conjunto, es como Combinar un vestido rojo según la ocasión, o Combinar una americana negra de hombre, todo depende del conjunto y contexto.
Cuando preparéis una cena saludable, es necesario que penséis también en que resulte atractiva: colores, disposición en el plato, condimentos, texturas, semillas, detalles…
Pero hablemos de recetas fáciles, ligeras y saludables para papás y mamás sin mucho tiempo para preparar cenas: Las cremas de verduras son más apetitosas con crujientes picatostes al horno como contraste de textura y trocitos de queso de cabra desnatado para contrastar el sabor “dulce” de la verdura.
En otro ejemplo, una ensalada de pollo a la plancha ganará en presencia y contraste de sabor si añades higos secos cortados en trocitos, si además añades un mix de semillas, cada bocado será una sorpresa.
Como para cenar siempre es mejor la proteína, más ligera y mejor para facilitar el sueño, la ensalada de mozzarella con tomate y albahaca es también una buena solución con proteína si nadie en familia tiene problemas con la acidez del tomate, a mí me encanta con pipas de girasol y aceite de oliva virgen extra, por supuesto con las hojas de albahaca fresca.
Es lo mismo pasa en la moda: cada look con el que te pones ganará en originalidad y estilo, si aplicas la misma lógica utilizando accesorios y contrastes en cada conjunto.
Crear disfraces y pintar pies… algo más que una cena familiar saludable
En lugar de sacar disfraces ya hechos de los armarios, lo interesante es crear otros nuevos añadiendo por ejemplo alas a las viejas sudaderas de estar en casa, aplicando hilos cortados en forma de tela de araña, o cualquier otra idea relacionada con la pasión de cada niño, lo importante es “pensar y hacer” en lugar de “comprar o encargar”.
En cuanto a los pies, la fiesta no sería igual con zapatos, de hecho, ¡¡¡descalzarse es una liberación para todos!!!
Henna para los adultos y pintura para niños en el caso de los peques, los colores generan diversión y estimulan la creatividad y esa alegría que en la “normalidad”, quiero decir sin el confinamiento, los adultos solemos mantener convenientemente cubierta con una capa de traslúcido y pegajoso barniz que la de los niños no tiene. Como herramienta utilizad la imaginación además de los pinceles, descubriréis que la de los niños está muy en forma, mientras que la vuestra necesita una puesta a punto.
Esta podría ser oportunidad única para lijar un poco de esa capa de barniz amarillento, la clave está en dar la lija a los niños, ellos no tienen medida.
Mancharse de color y dejar que los niños se manchen y os manchen será toda una experiencia en familia, unos cuantos periódicos y la pintura lavable mantendrán bajo control los efectos secundarios añadidos, aunque en cualquier caso no estaría de más hacer unos cuantos delantales de plástico con bolsas de basura, para evitar que la emoción acabe en bronca, porque en ese caso, la cena será como un suflé que se desinfle…se acabó la con diversión. Por cierto, un suflé es un plato con un aspecto divertido que cuadra con el espíritu de la ocasión.
Si decidís poner en práctica la idea, tenéis que prepararos mentalmente, porque los peques están preparados para el desenfreno por defecto, pero es posible que la configuración base instalada en los adultos, se presente en la cena, aunque no le hayáis mandado la invitación, y ella puede estropearlo todo.
Probablemente no habrá entendido bien que, en una cena con los pies pintados y probable purpurina por el suelo, su opinión no cuadre en un ambiente tan “libre”. Si queréis que la experiencia sea liberatoria y funcione, tenéis que mantenerla bajo control.
Seguro que a vuestros hijos se les ocurren mil ideas de dibujos y que disfrutarán como locos cubriéndose de pintura y pintando vuestros pies con arabescos de henna, pero, por si algún momento decae la fiesta y necesitáis ayuda, en Facebook encontraréis varios álbumes de imágenes para echaros una mano: pintura corporal, dibujos para henna y comida sana.
Creo que es mucho mejor dejarse llevar e intentar sacar lo mejor de cada momento, porque incluso las situaciones complicadas tienen tener algo bueno si te empeñas en encontrarlo.
Espero muchas imágenes de vuestras fiestas de pies pintado s para publicar en mi página de Facebook.
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